Sarah Evelyn Isobel Payne, de sólo 8 años, pasaba las vacaciones escolares en casa de sus abuelos en Kingston Gorse, West Sussex, Inglaterra.
Todo iba bien y todos estaban contentos, a los abuelos les encantaba la compañía de la niña y de sus otros tres hermanos, dos niños mayores — Luke y Lee — y una niña más pequeña, Charlotte, de cinco años.
El 1 de julio de 2000, Sarah y sus hermanos estaban jugando en un campo de maíz cerca de la casa de sus abuelos. Durante uno de los partidos, Sarah se lesionó y quiso volver a casa, por lo que su hermano Lee decidió acompañarla.
Durante el viaje de vuelta, Sara le dijo a su hermano que ella daría la vuelta al exterior del maizal y que él debería dar la vuelta al interior. Esto sólo sería un juego de niños y la idea era que los dos se encontraran al final del camino.
Al final del camino, Lee no encontró a su hermana, pero pudo ver a un hombre de pie junto a una furgoneta blanca que le saludó y le sonrió. El niño de 13 años se asustó mucho cuando vio al hombre alejarse y corrió hacia la casa de sus abuelos, contándoles lo que había sucedido.
Lo que Lee no pudo notar fue que minutos antes Roy William Whiting los había estado observando mientras jugaban, y sólo estaba esperando el momento adecuado para actuar. Al ver que Sarah se alejaba de su hermano, éste la agarró rápidamente y la metió a la fuerza en su furgoneta.
El comienzo de una búsqueda desesperada
Se realizaron intensas búsquedas durante las primeras 48 horas, voluntarios y amigos de la familia patrullaron toda la región en busca de cualquier pista que indicara el paradero de Sarah Payne.
Los padres de Sarah aparecieron en la televisión y en los telediarios en un llamamiento nacional para tener noticias de su hija. El dolor de la familia era agonizante.
Roy Whiting, el autor
Roy tenía 41 años en el momento del caso, nació en Horsham el 26 de enero de 1959 y vivió la mayor parte de su vida en Crawley. Tuvo otros cinco hermanos, tres que murieron durante la infancia, un hermano menor y una hermana mayor que llegaron a ser adultos.
No tenía formación académica y no solía permanecer mucho tiempo en un mismo empleo; trabajó como repartidor, mecánico y obrero de la construcción.
Roy tenía antecedentes policiales, en 1995 fue detenido por secuestrar y abusar sexualmente de una niña de 9 años, pero sólo le condenaron a 4 años de cárcel por el delito.
Durante el periodo que pasó en prisión, el psiquiatra de Roy, durante una evaluación médica, dijo que era probable que al salir de la cárcel volviera a delinquir y que sus delitos podrían incluso agravarse. Y eso es exactamente lo que ocurrió.
Lamentablemente, este informe psiquiátrico no impidió que Roy fuera puesto en libertad en noviembre de 1997, tras cumplir 2 años y 5 meses de su condena. Fue una de las primeras personas en Gran Bretaña en entrar en el registro de delincuentes sexuales.
Roy fue obligado a cumplir otros cinco meses de prisión antes de ser liberado, por negarse a someterse a un curso de rehabilitación para delincuentes sexuales.
El día después de la desaparición de Sarah Payne
La policía buscó rápidamente en los registros de todos los residentes de la zona que tuvieran condenas por delitos con niños. Por eso, la casa de Roy fue registrada ese día por la policía.
Negó cualquier implicación en la desaparición de la niña, pero en la mesa del salón se encontró un recibo de una gasolinera con una fecha reciente.
Como los agentes tenían experiencia, decidieron vincular estas pruebas a la investigación. Sin embargo, aún no era posible relacionar a Roy con la desaparición de Sarah,ya que la policía no tenía pruebas concluyentes, y él afirmaba estar en otro lugar en el momento del crimen.
Cuerpo encontrado y autopsia
El 17 de julio de 2000, a unos 34 minutos en coche de donde desapareció Sarah, un agricultor local encontró su cuerpo en avanzado estado de descomposición.
La causa de la muerte fue descrita como asfixia por estrangulamiento, además había sido agredida sexualmente posiblemente mientras estaba viva debido a los moratones encontrados en su cuerpo.
Al ver la noticia de la muerte de Sarah en las noticias, una mujer llamó a la policía e informó de que había visto un zapato negro de niño a pocos metros de donde se encontró el cuerpo. Más tarde se identificó como el calzado que llevaba Sarah ese día.
Pruebas de ADN se realizan en la furgoneta de Roy
El 23 de julio de 2000, Roy Whiting robó un coche en Crawley y fue perseguido por la policía antes de estrellarse contra un vehículo aparcado. Fue detenido por un cargo de conducción peligrosa y permaneció en prisión hasta el 27 de septiembre de 2000, cuando admitió el delito y fue encarcelado durante 22 meses.
Después de que Roy comenzara a cumplir su condena por robo y conducción peligrosa, los detectives realizaron pruebas forenses a su furgoneta Fiat Ducato blanca de 1988, que compró el 23 de junio de 2000.
Se encontró un mechón de pelo rubio, perteneciente a la víctima, en una camiseta que estaba en el maletero del vehículo. El 6 de febrero de 2001, tras una amplia investigación policial, Roy Whiting fue acusado del secuestro y asesinato de Sarah Payne.
Juicio y sentencia
El juicio de Roy Whiting comenzó el 14 de noviembre de 2001. El jurado escuchó a varios testigos, uno de los principales fue el hermano mayor de Sarah Payne, que vio a un hombre de aspecto descuidado y con los dientes amarillentos conduciendo el día y el lugar en que Sarah Payne desapareció.
También fue decisivo el testimonio de dos automovilistas que declararon haber visto una furgoneta blanca aparcada al borde de la carretera el 1 de julio de 2000, cerca de donde se encontró posteriormente el cuerpo de Sarah Payne.
El 12 de diciembre de 2001, tras un juicio de cuatro semanas, Roy Whiting fue declarado culpable del secuestro y asesinato de Sarah Payne y condenado a cadena perpetua con libertad condicional tras cumplir 40 años.
El 4 de agosto de 2002, Roy fue atacado con una navaja por otro preso mientras sacaba agua caliente de un grifo. En julio de 2011, volvió a ser agredido, esta vez con una puñalada en el ojo.
Una tercera agresión al delincuente se produjo el 8 de noviembre de 2018, cuando fue apuñalado por otros dos presos en su celda. Fue trasladado al hospital para recibir tratamiento y regresó a la prisión poco después en condiciones estables.
Roy sigue en prisión y cumple su condena en la cárcel de Wakefield, en West Yorkshire, Inglaterra.