Nikolas Jacob Cruz, de 19 años en el momento del crimen, irrumpió en una escuela de Florida con un único objetivo: matar gente. Era un antiguo alumno y había sido expulsado de la institución. Las víctimas eran todos los que pasaban por delante de él.
El crimen ocurrió la tarde del 14 de febrero de 2018 en la Marjory Stoneman Douglas High School de Parkland, en la zona metropolitana de Florida.
Portando un rifle Smith & Wesson M&P15 que había comprado legalmente un año antes, Nikolas Cruz llegó a la escuela en Uber a las 14:19 horas. Con el arma oculta en su mochila, entró por la puerta principal y poco después comenzó la serie de asesinatos.
El tiroteo comenzó a las 14:21 horas, y duró unos 7 minutos, tiempo suficiente para que consiguiera matar a 17 personas. Siendo tres empleados y catorce estudiantes, de entre 14 y 18 años. Entre las víctimas, doce murieron dentro de la escuela, dos fuera del recinto escolar, una en la calle y dos en el hospital.
Acciones después de la masacre y la captura
Cuando los estudiantes empezaron a huir, decidió deshacerse de su rifle AR-15 y de un chaleco antibalas que llevaba puesto para mezclarse con la multitud. Nikolas consiguió huir de la escena infiltrándose entre los estudiantes.
Después, fue a un Walmart y entró en la tienda Subway (que estaba dentro del hipermercado) y pidió una bebida. Luego, a las 3:01 p.m., se dirigió al McDonald’s de enfrente y se sentó allí durante un rato. Todavía llevaba la misma ropa que utilizó durante la masacre.
La policía no tardó en identificar quién era el asesino y a dónde había huido. Con eso, no se tardó en localizarlo.
A las 3:41 p.m., fue capturado por policías que lo buscaban en la zona. Al mantener la misma ropa y continuar actuando normalmente alrededor de la región del crimen, muestra que Nikolas actuó fríamente sin mostrar sentimientos al llevar a cabo el crimen.
La infancia de Nikolas Cruz
Nikolas sólo tiene un pariente vivo, su hermano menor. Nunca han conocido a sus padres biológicos, ambos son adoptados. En cuanto a sus padres adoptivos, su madre murió sólo un año antes de la masacre, y su padre murió en 1998, durante su infancia.
Su madre biológica, Brenda Woodard, a menudo no tenía dónde vivir y pedía dinero en la calle. Además, era una delincuente de poca monta, con un total de 28 detenciones. En una de esas ocasiones, estaba embarazada de Nikolas y fue detenida por comprar crack. Según los registros policiales, el último delito de Brenda fue en 2011.
Los dos nunca se han encontrado. Aunque Brenda sigue viva, las dos son unas completas desconocidas entre sí, lo único que comparten es su composición genética.
El niño tiene una madre biológica que es consumidora de drogas y su pasado contribuyó a su composición genética, a través del consumo de alcohol y drogas, y esto se transmitió al bebé en su desarrollo dentro de su vientre. Este será probablemente uno de los argumentos de la defensa.
A su vez, su madre adoptiva, Lynda Cruz, era una persona tranquila, y que proporcionó una lujosa educación suburbana a Nikolas. Era conocida por beber vino, pero nada excesivo.
Fascinación por las armas
Nikolas Cruz ha tenido varios problemas de comportamiento y de aprendizaje a lo largo de su vida, además de una obsesión por las armas y sus propios problemas con el alcohol y las drogas.
En su Instagram había varias fotos con armas, así como otras imágenes con significados poco claros e incluso inquietantes.
Deseaba ingresar en los United States Army Ranger, la élite del Ejército de los Estados Unidos, sin embargo no tuvo éxito en el examen de ingreso.
Con el fin de adquirir su arma, Nikolas se sometió a una verificación de antecedentes a través de la base de datos criminal del FBI. Y se aprobó. Según la legislación de los Estados Unidos, si alguien es considerado discapacitado mental, la ley federal le prohíbe llevar un arma de fuego, lo que no era el caso.
FBI recibe quejas sobre Nikolas
En septiembre de 2017, unos meses antes de la masacre, se informó al FBI de que Nikolas había realizado publicaciones en las redes sociales en las que manifestaba su deseo de ser un tirador escolar profesional con su rifle.
En enero de 2018, un mes antes del atentado, el FBI recibió otra información, esta vez que Nikolas había hecho una amenaza de muerte. Sin embargo, debido a un error, la oficina de la policía de Miami no fue notificada de la información.
Unos meses antes de la masacre, Nikolas fue grabado por un vecino mientras disparaba en el patio trasero de su casa. Al principio practicaba el tiro al blanco con una pistola neumática. Nikolas volvió rápidamente al interior de la casa. El vecino que grabó el video relató que nunca lo vio con un arma real.
Vídeo grabado antes de la masacre
Unos días antes del crimen, Nikolas grabó un vídeo en el que decía que su plan era matar al menos a veinte personas dentro de la escuela.
«Mi nombre es Nick, y seré el próximo tirador escolar en 2018, mi objetivo es matar al menos a veinte personas.»
Habla Nikolas al principio del video.
El vídeo fue borrado de su móvil, pero la policía consiguió recuperar la grabación.
Juicio
Nikolas Cruz sigue en juicio, la idea del tribunal es decidir la sentencia a finales de 2021.
Sus abogados dijeron que se declararía culpable si la fiscalía aceptaba cambiar la pena de muerte por la cadena perpetua. La propuesta no fue aceptada.
Si el caso pasa a la fase de la pena de muerte, los doce miembros del jurado deben estar de acuerdo con la pena de muerte o el acusado recibirá automáticamente una sentencia de cadena perpetua.
