Harold Frederick Shipman nació el 14 de enero de 1946 en Nottingham, Inglaterra. Fue el segundo hijo de Vera y Harold Shipman. Su familia pertenecía a la clase media y no hay informes de grandes problemas o eventos traumáticos en su infancia.
Shipman asistió a la escuela primaria en el área de Nottingham y luego ingresó a la High Pavement Grammar School. Durante sus años escolares, fue descrito como un estudiante promedio y no se destacó particularmente en ninguna área específica.
Estaba extremadamente apegado a su madre, quien sufrió el avance violento de un cáncer de pulmón. Cuando Harold tenía 17 años, solía ver a los médicos administrar dosis de diamorfina, más conocida como heroína, para el alivio del dolor en enfermos terminales.
Después de completar sus estudios en la escuela secundaria, Shipman decidió seguir una carrera en medicina. Se graduó en medicina en la Universidad de Leeds en 1970 y posteriormente comenzó a trabajar en hospitales y clínicas médicas en diversas áreas del Reino Unido.
Elección de las víctimas
Shipman elegía principalmente a mujeres ancianas como sus víctimas, muchas de las cuales vivían solas. Aprovechaba la confianza que depositaban en él como su médico de cabecera para administrar dosis letales de medicamentos.
El medicamento que más utilizaba era la diamorfina. Después de la muerte de la víctima, falsificaba los registros médicos para sugerir que había fallecido por causas naturales.
Inyectaba dosis letales de estos medicamentos en sus víctimas, a menudo mientras estaba a solas con ellas en sus hogares o durante consultas médicas. Modificaba los registros para indicar condiciones médicas existentes o inventaba diagnósticos para justificar las muertes.
Shipman evitaba ser detectado en sus crímenes por varias razones. En primer lugar, era médico, lo que le daba acceso a medicamentos y conocimientos sobre cómo administrarlos. Además, gozaba de una reputación de confiabilidad y competencia entre sus pacientes y la comunidad. Estos factores ayudaban a ocultar sus acciones y evitar sospechas.
Sospechas iniciales
La Dra. Linda Reynolds trabajaba en la misma clínica que Shipman, el Abraham Ormerod Medical Center, en Hyde, Greater Manchester. Comenzó a notar un patrón alarmante de muertes entre los pacientes de Shipman. Linda se dio cuenta de que las tasas de mortalidad en su práctica médica eran inusualmente altas y comenzó a sospechar de su colega.
En marzo de 1998, la Dra. Reynolds decidió informar sus preocupaciones a las autoridades. Envió una carta al médico forense local, el Dr. John Pollard, explicando sus sospechas y pidiendo una investigación.
La carta de la Dra. Reynolds llamó la atención de las autoridades y desencadenó una investigación inicial sobre las actividades de Shipman. Sin embargo, inicialmente no había pruebas suficientes para respaldar las sospechas planteadas.
Posteriormente, el equipo de investigación decidió exhumar algunos cuerpos de los pacientes de Shipman para un análisis más detallado. Durante las exhumaciones, se encontraron pruebas de diamorfina (heroína) en los cuerpos, incluso en casos en los que la causa oficial de la muerte se había registrado como natural.
Ampliación de la investigación
Basándose en las pruebas encontradas en las exhumaciones, la investigación se expandió para incluir un mayor número de casos. Los registros médicos de Shipman fueron minuciosamente analizados, revelando una serie de irregularidades, como falsificación de firmas y registros inconsistentes.
Juicio, condena y suicidio
En 2000, Harold Shipman o «Dr. Death», como se le conoció popularmente, fue llevado a juicio en el Old Bailey, en Londres, acusado del asesinato de 15 pacientes. Durante el juicio se presentaron pruebas contundentes de su culpabilidad, incluyendo los patrones de administración de medicamentos, las falsificaciones de registros y los motivos financieros, ya que utilizaba los datos y firmas de las víctimas después de cometer sus crímenes.
Fue declarado culpable de todos los cargos y condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Harold Shipman fue hallado muerto en su celda de la prisión de Wakefield el 13 de enero de 2004. La causa oficial de su muerte fue declarada ahorcamiento, lo que indica que se había suicidado.
El cuerpo fue descubierto por los guardias de la prisión durante un control rutinario. Se realizaron maniobras de reanimación, pero no se consiguió devolverle a la vida.
La muerte de Harold Shipman en prisión puso fin a cualquier posibilidad de que revelara el número exacto de sus víctimas y los motivos de sus crímenes. Se cree que fue responsable de unas 250 muertes, pero se desconoce el número exacto.