El caso Caylee Anthony capturó la atención del público en 2008, cuando una pequeña niña de dos años desapareció misteriosamente en Orlando, Florida.
La desaparición y posterior asesinato de Caylee Anthony se convirtieron en uno de los casos más notorios en la historia criminal de Estados Unidos.
Lluvia de Mentiras
La desaparición de Caylee fue reportada inicialmente por la abuela, Cindy Anthony, quien afirmó que no había visto a su nieta en 31 días. La madre de Caylee, Casey Anthony, dio una versión intrigante sobre la desaparición, alegando que la niña había sido secuestrada por una niñera llamada Zenaida Fernández-González.
Sin embargo, investigaciones posteriores revelaron que la niñera y la historia contada por Casey eran ficticias, lo que levantó sospechas y aumentó el misterio en torno al caso.
En diciembre de 2008, los restos mortales de Caylee fueron encontrados envueltos en una manta dentro de una bolsa de ropa sucia, en un área boscosa y pantanosa cerca de la casa de la familia Anthony. La autopsia reveló que ella había sido víctima de homicidio y que su cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición.
El descubrimiento impactante dio un giro a la investigación, haciendo la búsqueda del responsable aún más intensa.
Durante las investigaciones y el posterior juicio, se presentaron varias pruebas incriminatorias contra Casey Anthony.
Se encontraron rastros de descomposición en el automóvil que ella utilizaba, y su comportamiento sospechoso después de la desaparición de su hija generó aún más desconfianza. Casey salía a fiestas con amigos e incluso se hizo un nuevo tatuaje que decía «Bella Vita«, no parecía el estereotipo de una madre desesperada por encontrar a su hija.
Además, los informes de testigos sugirieron que Casey había mentido sobre el paradero de Caylee durante el tiempo que estuvo desaparecida. Además del episodio de la niñera, Casey mintió sobre haber viajado a varios lugares e incluso inventó que estaba trabajando en Universal Studios.
El Juicio del Siglo
El juicio de Casey Anthony, que tuvo lugar en 2011, estuvo marcado por una intensa cobertura mediática y el enfrentamiento de versiones contradictorias. La presencia de los medios de comunicación fue tan fuerte que este caso llegó a ser comparado con el Caso O. J. Simpson.
La defensa argumentó que Caylee se había ahogado accidentalmente en la piscina de la familia y que Casey, en un acto de pánico, ocultó la muerte de su hija.
Por otro lado, la acusación alegó que Casey Anthony había matado intencionalmente a su hija para recuperar su libertad de una vida llena de responsabilidades maternales.
Los fiscales afirmaron que Casey utilizó cloroformo para incapacitar a Caylee antes de asfixiarla con cinta adhesiva, dejando el cuerpo en el maletero del coche antes de deshacerse de él.
El veredicto del jurado sorprendió a muchos, ya que Casey Anthony fue declarada inocente de los cargos de asesinato en primer grado, asesinato en segundo grado y homicidio involuntario. Sin embargo, fue declarada culpable de cargos menores relacionados con la obstrucción de la investigación.
Casey Anthony cumplió su condena en prisión y fue liberada el 17 de julio de 2011.